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pokit in a pocket

magma

Reconocernos, y penetrar,
en el caos que une el cielo
con la rutina oscura del asfalto,
las calificaciones son absurdas
cuando no caben en las manos,
adjetivar este género de días,
que se presentan con la misma
insistencia invasora del magma,
es una tarea estéril, absurda,
son de tiempo líquido, viscoso,
caldo exactamente plano,
de pensamiento prescindible,
repleto de burbujas que bailan
amordazadas por una promesa,
como las consignas que lanzan
los dioses de dudosa reputación.

La comunión se vuelve amarga
cuando tiene el color frío del acero,
y una legión de cristales rechazan,
con inmaculado hermetismo,
todo lo que ocurre fuera del interior
de las torres enmoquetadas
hasta las fronteras del cielo,
cristales que repudian el exterior
que corre por las calles, a pie,
y que se dispersa con zapatos
que siempre aprietan a fin de mes.

Bastaría con un pedazo de suelo
para que creciese un árbol nuevo,
y una gota de agua serviría
para darle sentido a la sed,
sería suficiente que una palabra,
aunque no tuviese nombre,
se convirtiese en otra, y en otra más,
y que cualquier número que sume,
al menos, un múltiplo de dos,
sea válido para completar
la esquiva ecuación ancestral,
entonces volverían a ver
los ojos que miraron a otros ojos,
y la tierra sería de la propia Tierra,
y en su memoria quedaría algo más
que las primeras historias de un volcán.


"Magma"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

2 comentarios

L.G.M. -

Este poema lo apunto para tener una charla contigo acerca de él, me seduce a la para que me pierde.
Un abrazo, Chus.

Ariadna -

El magma es la señal de que la Tierra se mueve viva, Chus, y tus letras son el magma de este poema. Es desolador y esperanzador, das sal y azúcar, y que cada uno se sirva a su gusto.
Un beso, y a ver si te dejas ver.