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pokit in a pocket

remedios sin solución

Hacía tiempo que me había propuesto dejar de proponerme tantas cosas. Buscaba el remedio a una vida que siempre llegaba, cinco minutos tarde, a la propia vida. No crean que exigía grandes soluciones, ni tan siquiera medianas soluciones, sólo pedía una pequeña solución, y si me apuran, hasta una solución temporal habría bastado en esos días. Pero ya se sabe que cuando se espera, no suele ocurrir nada, o al menos no suele ocurrir lo que esperamos que suceda. Mi remedio no apareció por ninguna parte, yo creo que tampoco intentó aparecer. Con los años supe que había encontrado propuestas que destilaban más dinero, y se dedicó a solucionar los problemas de los barrios altos de la ciudad. Allí habitaban propuestas de estado, de consejos de dirección de banca, de multinacionales, en fin, que evidentemente eran propuestas más sustanciosas que la mía. La mía, simplemente, era proponerme no proponerme tantas cosas, y poder llegar a tiempo al sabor de unos labios, que desde su rojo lejano, lo último que dijeron fue: “adiós”.

© pokit in a pocket “Remedios sin solución”

6 comentarios

pokito -

Gracias por pasar por aquí, Jaime, fijo que se equivocó de propuesta, sí. Un saludo

salud

Jaime -

Pues... creo que se equivocó de propuesta. La de unos labios más o menos rojos es sin duda la mejor de todas. Claro que si la cambió por otra más material... quizás White tenga razón.
Saludos.

pokito -

Muchas gracias, Sinfo, viniendo de usted, hermana, esas palabras son recibidas con orgullo, y fe en la doctrina que nos une. La verdad es que cuando espeamos pasa el tren por otro lado... Lo dicho, a disfrutar del sol de la tarde. Un beso, hermana Papisa.

Kris, tampoco vayamos a pensar más de la cuenta, que nos tienen que durar las neuronas hasta viejitos, y si se piensa mucho, se gastan. Un beso de buenos días, hermana en la doctrina de la hermana Papisa, Sinfo.

White, gracias por dejarme esos quizás, quizás, quizás... Un beso, la foto no se me olvida.

Muchas gracias a las tres.

salud

white -

QUizás ese remedio que anhelabas no era el más adecuado, quizás necesitases otra medicina o quizás la tuvieses tan cerca que no era posible enfocarla, quizás, quizás, quizás.
Un beso Chus, y me debes una foto (me vas a llamar pesada)

kris -

Me consuela pensar que los remedios, en ocasiones, pueden estar bien cerca, nos pueden llegar a rozar o incluso, en casos no tan raros, estar en uno...

Me consuela también saber que los labios rojos suelen ser rojos sin tiempo posible que los apague, cuando hay horas que parecen no pasar.

Y decir algo más sería algo así: "suscribo el último párrafo de Sinfopa".

Gracias por compartir estas letras, son para pensarlas y volverlas a pensar.

Un beso de buenas noches...

Sinfo -

Es verdad que cuando se espera no suele ocurrir nada. Y que los remedios se suelen buscar barrios más altos donde aparecer.
Así las cosas, sólo cabe disfrutar del sol de la tarde. Tampoco es mal remedio. :-)

Dice mucho este texto, Pok. Con lo difícil que es escribir sobre eso que pasa a la vez por dentro y por fuera. Depurado y sencillo, aunque lleno de significado.
Mola.