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pokit in a pocket

marchukom

Marchukom es un pequeño lugar, muy pequeño, al que la cartografía ignora. No aparece en los mapas, ni en los físicos, ni en los políticos, ni tan siquiera en los militares que todo lo saben. Marchukom no figura en los mapas porque nadie sabe dónde está, aunque siempre se llega a él cuando el viento empuja su rumbo al sur.
Es una patria que no es país, no tiene fronteras que delimiten los sitios de vida, ni bandera por la que derramar sangre al ritmo hipnótico de un himno como todos.
Sus habitantes son dos, solamente dos, aunque en su tierra caben todos los que quieran, y sepan, llegar hasta él. Se desconocen las fuentes de ingresos que respaldan la economía de este paraíso sin fiscal, puede ser que su riqueza resida en la ausencia de ambiciones materiales, y en los recursos naturales que proporciona la ilusión por no dejar de ilusionarse nunca.
En Marchukom es posible escuchar a los atardeceres, mientras el sol comienza a volverse tímido, y se ruboriza ante la cita diaria que tiene con la línea del horizonte, cuando el día se besa con la noche en el cielo. Más tarde, bajo la profundidad del azul eterno, los relojes de pared se paran, todos a la vez, y esconden las horas, poniéndolas a salvo del temible paso del tiempo, que es un tipo que habla alemán con un perfecto acento suizo. Es imposible medir lo que dura el espacio que ocupan los sentimientos, no hay un "quererómetro" fiable, nadie lo inventó, por lo que, en Marchukom, se agrupan los átomos que forman lo bueno, y permanecen así para volver a empezar otra vez con la jornada siguiente.
Sus valles acunan la caligrafía que escribe arabescos de agua, mientras en sus llanuras, no sirve la eternidad de la vista para llegar hasta el fin, allá donde se bañan los mares que enseñaron a nadar, al reflejo curvo de la luna viajera frente a la desnudez de dos cuerpos. Su historia es la esencia del color del vino tinto, y se bebe, de ella, la raíz que aprendió a saber la verdad que cuenta el sol a través de la tierra, mientras las vides sudan la vida con cada gota de uva nueva.
No hubo próceres en su fundación, ni grandes eventos coronados por paradas de ejércitos que no paran de matar la vida. En su principio sólo estuvieron dos sueños a punto de comenzar a ser verdad, una utopía travestida de realidad, y la inquietud que escondía toda esa calma que quedó para otro momento. Se constituyó sin una constitución, sin la gravedad de la ley que condena la libertad de autocondena, y sin el miedo que alimenta a la corrección social. Marchukom nació de una palabra con otra, y las palabras formaron frases que, al desnudarse, tomaron cuerpo para aprender a contar las historias de la piel, y sus adentros.
Marchukom tiene muros franqueables, para que quepan los paseos de la libertad, cuestas hacia arriba, que sólo se pueden bajar, y noches que comienzan en el primer metro de un viaje que sabe a sal, y a tiempo al revés. La lógica de la física se diluye en esta patria de dos, sabe de lo relativo de la relatividad, y no se atreve a plantear teorías que fracasarían con la misma seguridad que triunfa la ausencia de ellas. En Marchukom uno más uno pueden ser muchas cosas, pueden sumar lo que quieren ser dos, o ser una rebelión en contra del aburrimiento, puede significar todo, sin la necesidad de decir nada, o ser las vísperas de lo que se dejó sin hacer ayer. No hay reglas que hagan reglas, ni guardias que velen por las buenas costumbres, en las guardias absurdas que impone el temor a lo desconocido. Marchukom es una patria donde todo vale, hasta la nada, y así quiere no querer dejar de ser nunca, al menos mientras siga torciéndose la luna en la noche del cielo, y la mañanas lleguen a la vez que el beso despertador de una sonrisa recién dicha a la luz.

© pokit in a pocket ch.a.d.t. "marchukom"

5 comentarios

pokito -

María José, es verdad que ese sitio está lleno de sitio, para que quepan los lugares de los que luchan los sueños. Seguro que los de "Viajes Halcón" no lo ofertan... Un beso Madrizzz/Graná, ida y vuelta, y sin kilometraje.

pokito -

María José, es verdad que ese sitio está lleno de sitio, para que quepan los lugares de los que luchan los sueños. Seguro que los de "Viajes Halcón" no lo ofertan... Un beso Madrizzz/Graná, ida y vuelta, y sin kilometraje.

Vedia, la única grandeza que padezco reside en mi cabeza, y no me refiero al intelecto, no, más bien es cuestión de la gravedad con la que me trata la ley de la gravedad... (mírame en la foto de arriba, y ya me entiendes).
Háblamos sobre estas letras, creo que lo recordarás, y en esa conversación aprendí a tener menos miedo a las letras que cuentan las costuras que nos hacen a cada uno. Gracias por estar siempre cerca de donde me pierdo. Un beso grande para ti.

Joseme, eres tan despistado porque siempre andas mirando a las nubes, esas que se llenan con el vapor de las historias, y que luego tú las llueves con letras, para que no se nos seque la sangre a los demás. Esto parece un "polihomenajeautohomenajeado", y reversible, a la par que irreversible, pero qué le vamos a hacer "si semos tos tangüenos", rediez, pardiez, y me llevo diez, que conmigo hacen once, con lo que ya tengo cupón, y equipo de "júrgol". Un abrazo fuerte, "poeta poesista".

Bueno, pues la verdad es que todas vuestras opiniones me vienen grandes, de verdad, no sé qué decir. No sé si ponerme en plan; "esto me pasa todos los días, y sigo tan majo", o en plan: "no me merezco tanto halago, ni el aire que respiro". Lo que sí que sé es que me tenéis tanto cariño, como yo a vosotros, de eso no tengo duda.
Lo dicho, un millón de gracias por regalarme vuestros ojos un pokito. Besos pa´todos.

chus

joseme -

Ese lugar… Ese lugar...
Me suena. Me suena tanto que creía haberlo descubierto algún día. Pero como soy tan despistado no lo abordé tan de inmediato. Claro que, después llegaste tú tan pokitín, y te me colaste. Eres bueno, sí. Pirata, pero de los mejores y de los de sin parche. Porque para verlo, así, tan marchukom como nos lo pintas, nos lo restriegas por los ojos. Total que eres una juas, como yo te diga. Porque esas cosas como que no existían…!
Venga, un fuerte abrazo amigo Chus! El Nº1 y sin puntos ni comas!

Vedia -

Qué envidia me da encontrarme con cosas así.

Has definido un mundo de dos con una belleza que no podia ser plasmada en papel, pero tú eres grande y eres así, vas por encima de lo imposible. Me pareció estar leyendo el prólogo de una historia fantástica, el origen de un mundo imaginario(no por ello menos real)y maravilloso. Y si, realmente, conoces esa isla(no sé por qué creo que es una isla, quizá porque un mundo así debe estar por entero rodeado del mar)no dejes de disfrutar de ese sol ni de esa luna que día a día, con los relojes parados anuncia el paso del tiempo al revés.
Con tu permiso, me lo llevo en papel. Besos.

Perseida -

Chus, lo has definido tal como es...No sabía que conocías Marchukom. Allí solía pasar los mejores ratos de mi vida. Y es cierto, los atardeceres pueden escucharse y se ve el rubor del sol por ese beso diario...Hace tiempo que no he vuelto, pero nunca dejé de soñar con Marchukom.
Gracias por devolvérmelo a mi memoria.
Un beso, desde akí cerca.