costumbre
Veo cómo se desprende
el color de los días
del papel del calendario,
el negro laborable se cae
como si fuese plomo gris,
y el rojo festivo de domingo,
se tiñe, apático,
de incoloro tirando a mudo.
Parece como si los días
no tuviesen motivos en la calle
para atreverse a salir,
puede que por eso se escondan
detrás de cualquier minuto,
o de muchos segundos,
gritando a las cuatro esquinas
que no pueden volverse a mover,
mientras miran de reojo
al gastado reloj que cuelga
el tiempo nuevo de la pared.
En el mundo se están secando
los bancos de los parques
para las palabras con asiento,
y se aleja de la orilla
la espuma que le hablaba al viento
en el punto final del mar,
y es lo que tiene la muerte
cuando cobra más vida,
y la vida se muere por muerta,
y deja una puerta abierta
para cuando llegue la soledad.
Nos acostumbramos tanto
a creer que no seríamos nunca,
que nos hicieron un sitio
con los días para siempre
en el barrio de nunca jamás,
y volvimos al comienzo
de las primeras palabras,
y las intentamos mayúsculas,
pero ya estaban casi mudas,
y los abrazos habían decidido
que era mejor comenzar
a dejarse olvidar con el final.
Costumbre
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo
4 comentarios
Merche -
Un beso
amara -
Martina -
Un beso infinito, Chus
loca -
Besos desde Buenos Aires para vos.