desde brooklyn con basquiat
"I want to be a star, not a gallery mascot..."
-Jean Michel Basquiat-
Te gusta la heroína. No es correcto decirlo, pero te gusta. Ella sabe lo que quieres, dónde, y cuándo. Sabe callar el ruido, y hablar el silencio. Conoce a cada una de tus entrañas, y las circula recorriendo su cuerpo en tu cuerpo, deleitando el cerebro que duerme a la tiranía del dolor. Estas calles interminables no serían admisibles sin su ayuda. Creo que por eso pintaste sus paredes, dejaste en los muros recuerdos que hablarían el idioma de la revolución a sangre perdida. Ya no quedan galeristas capaces de arriesgarse a dar con la genialidad, y visten la comodidad de su arrogancia como si fuese arte.
Ayer volví al café de Pietro Luchinello. Pietro no estaba, me dijeron que apareció muerto en el dormitorio de una rica francesa que colecciona a los impresionistas. Parece que fue un paro cardiaco, tras unos cuantos gramos de cocaína. No me extrañó, y si te soy sincero, no sé si me dolió. Aún guardo en alguna parte aquella foto que nos tiraron en tu estudio. Estábamos celebrando algo, no recuerdo el qué, pero en nuestras caras se evidenciaban más de un motivo de celebración. Estamos los dos con Andy, y con Pietro. Pietro fue una de las primeras personas que conocí aquí. Coincidimos en la exposición de un fotógrafo japonés, que inauguraba una nueva galería en el Down Town. Se acercó a pedirme un cigarrillo, y me dijo que era un descubridor de nuevos talentos. Yo desconfié. Desde ese día no dejó de fumar de mi tabaco, pero tampoco dejó de enseñarme cada día que en Nueva York también se podía vivir, y que merecía la pena morir en ese intento. También me compraba todas las fotografías imposibles de vender. Es doloroso no saber si la muerte de Pietro me dolió, como me dolió la tuya.
Ya no es lo mismo regresar caminando desde Brooklyn. Echo de menos aquellos paseos en los que solucionábamos todo lo que no tuviese solución, aunque sólo fuese durante el tiempo que duraban las calles, y el puente. Manhattan apaga sus luces, y el día enciende las suyas.
Ya no es lo mismo regresar caminando desde Brooklyn, Jean Michel, y la ciudad lo sabe.
"Desde Brooklyn con Basquiat"
(fragmento de: "Más allá de Nueva York")
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.
8 comentarios
chus -
Bluki, me alegra verte. Gracias por pensarme niño, y buen escribiente. Creo que es mucho pensar, pero bueno. Abrazos
carmen maria o bluki... -
escribes muy bien "como decaimos ayer" cuidate y vendre alguna vez mas a tu casa pequeño niño sabio
abrazos.
Mariela -
pokito -
Ari, ya sabes que es bueno aficionarse a cosas buenas... Un beso muy grande, "niuyorkina" urgente.
Qué tiempos aquellos, mi estimadísimo desconocido, aún recuerdo esas fallas metálicas con ruedas, ardiendo como arderán sus dueños en la infierno dantesco del concesionario mercedes, bmw, o lo que sea. Y qué injusta es la vida cuando le niega a usted el reconocimiento, mi dilecto kompañero kilómetrico, qué injusto es todo, y que malo es Zaplana. oye. Un abrazo, siempre nos quedará Madriz, con Coxlada como referencia intelectual.
Muchas gracias, Lau, es una alegría ver tus letras.
Lau -
Me ha encantado.
El anteriormente desconocido -
Tienes razón, Pokito, Nueva York ha perdido mucho y París no digamos. ¿Recuerdas esas noches de París, con las llamas de los coches iluminando el cielo? Eran como olimpiadas del extrarradio, sólo que la llama olímpica era un BMW o un Mercedes, y en las carreras nadie ganaba medallas, todos corrían para no perder. Qué tiempos aquellos.
Bueno, si perdemos Nueva York y París... siempre nos quedará Madriz. Un abrazo, campeón.
Ari -
vir -