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pokit in a pocket

el paseante

el paseante

El paseante se sienta sobre un prohibido el paso. Antes, por supuesto, le devuelve cortesmente la sonrisa a la señal restrictiva, no si pensar en que es una prohibición muy risueña para decir "no", y observa desde allí los dos carriles del tiempo, uno es de ida, y el otro de: "se fue". El paseante comprende el sentido de los mil trescientos dieciocho anuncios de neón que hay en la calle, se deleita con su semántica cuántica, y en su libreta de escribir anota una nota que dice: "noto". Por las aceras de la ciudad, el paseante evita los pedazos de vida que se caen de los bolsillos de los edificios marrones, al paseante no le gusta quedarse con trozos de vidas ajenas, por eso los esquiva con el chasquidos de sus dos dedos azules. Por el contrario, el paseante siente pasión por los edificios color teja con tejados descapotables. Son edificios con ventanas de cerco añil, y cristales ámbar. Se dice que al otro lado de esos vidrios hay historias que vinieron a nado desde ultramar, y capirotes de fieltro rojo para los pensamientos en punta. En la plaza de los días a medias, el paseante invita a una taza de café a una disidencia, ya sin pelo, que medita sobre la posibilidad de hacerse ortodoxa. Cinco cucharadas de azúcar para él, una de sal, y otra de azúcar, para ella. Ya en la calle, el paseante pinta en una esquina un delirio de septiembre junto a dos poemas incompletos, y en el suelo, una flecha señala hacia donde van a parar todas las huellas que tienen la intención de no dejar de caminar. El paseante descansa, observa, saca de uno de sus bolsillos malabares submarinos con caballitos de mar, y con una caracola de rizos hace olas de sal. El paseante vuelve al camino, se frota las punteras de sus viejas botas, y deja que el aire le vuelva a hacer invisible unos pasos después de volver a caminar.


"El Paseante"
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo
Fotografía:"Pa-s.o.s." © chadt/wazup 2006

7 comentarios

chus -

Muchas gracias a todos, la falta de tiempo me hace pasar poco, y breve.


salud

Mel -

Lo único que le faltó al paseante, fue darse una vuelta por México, aunque dudo que su paseo hubiera sido tan... Digamos alucinante.

Besos

laura -

Me ha encantando. Se parece mucho a un paseante de ojos graaandes y manos graandes de artista que conozco, morenito él...
Besos Chus, tus letras son excelentes.

raquel -

Lindo el paseante, Flaco. Besos.

María -

Pues yo me he frotado las botas y no me he vuelto invisible, jo.... yo quiero

Alvaro -

Encantador. Un paseante que escribe delirios de septiembre por las esquinas, que se sienta sobre señales de prohibición, y que invita a café a las disidencias, es un Gram Paseante. Un abrazo, mi estimado amigo.

Ana Solano -

Una brevedad llena de contenidos para ser usados al libre albedrío. Tienes cosas excelentes en este blog. Te conocí por una pequeña revista literaria cubana; "Diéresis", y también leí un poema tuyo precioso en una antología de Editorial Parnaso. Pensé que eras latinoamericano, me sorprendió leer que eras español. Lo leí en una reseña sobre ti que venía en la revista cubana. Tienes la cadencia de las letras de allí con un estilo muy personal, tus escritos son muy tuyos. Enhorabuena y saludos.