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pokit in a pocket

bar trinidad

bar trinidad

Trinidad abre cada tarde su bar cuando el sol se trasviste de blanco lunático, y las horas suenan sin campanas entre los pasos de las bocas que hablan a la soledad. Trinidad es difícil de rostro, difícil de modos, difícil de trato, pero Trinidad sabe que el mundo no es un cucurucho de garrapiñadas, ni un paseo por ciudades sin direcciones prohibidas. Baila sin moverse, tras la barra, haciendo que un rictus de amargura cante el son, ignorando a la fortuna que pasó de largo dos puertas más allá. Ella sabe de la penas que beben para vomitar la vida, las que se apoyan cada noche en la frontera de la verdad doble con hielo y madera, las que se pintan a gritos en el silencio oscuro de su bar. Trinidad huye a la ternura, la maldice con la fuerza que quema el aguardiente en su garganta, y el sabor rancio del olvido que habita en su paladar. Trinidad sabe que la solución es pegarse un tiro, pero también sabe que las armas las carga el diablo, y que éste trabaja “de paisano” para dios. Trinidad lleva toda la vida siendo atea, y se dispara cada noche en la sien con una pistola que no se deja crear. Así cree que morir es posible que sea bello, mientras Billie Holiday canta oscura en la penumbra de su bar...

"Bar Trinidad"
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo

10 comentarios

Jaime -

Hacía mucho tiempo que no aparecía por este mundo extraño de lo virtual... Pero me alegro de haberlo hecho para poder leerte de nuevo. Me encanta como escribes los colores y la música.
Un saludo.

vir -

que bien suena como cuentas el bar trinidad, que bien cuentas mg tesma.

Silvana Melo -

Bueno, no descubrí el camino para enviarte el relato.
Otra vez será

piedra -

La belleza se conquista, y tú lo haces con Trinidad.Un relato maravilloso.Una suerte en encontrarte. Nunca es tarde si la dicha es buena.Expresiones.

La princesa del cuento -

Creía que esto era un buen regalo de cumpleaños y estaría bien si no fuera egoísta y me gustara compartir, pero cómo no es así, sólo diré que es magistral, que se desnudan los sentimientos de Trinidad y se traslucen el hastío, la desesperanza y unos cuantos sentimientos más que reconocí en ella. En fin, una obra delicada y fuerte al mismo tiempo. Perfecta!!

raquel -

Sos lindo contando La Trini. Flaco muchos besos.

Silvana Melo -

El diablo trabaja de paisano para dios. A veces uno no sabe quién es quién. Y eso, justamente, es lo inquietante.
Me maravilla su letra, señor. El bar trinidad tiene un clima de ternura densa y da un color naranja oscuro que cala por dentro. Y créame usted que me tomo todos los días un minuto para leerlo. Ya forma parte de los rituales diarios. Aunque no siempre deje señales.
Un abrazo hondo

Miranda -

Me encanta el Bar Trinidad. Jefe muchas gracias porque he pasado el mejor cumple de mi vida.