sistema binario
Un sistema binario estelar, dos astros circunvalándose continuamente, gravemente atraídos desde la distancia, y cruelmente rechazados por la cercanía. La dualidad eterna del nosotros: el principio de todo lo que es, y su antagónico, con el final de todo lo que sería ante la agonía.
Eran así, como dos estrellas que se cortejan durante el baile circular del tiempo, dos proyectos elípticos de exactitud crepuscular que combinaban el orden atómico, con el caos subatómico, dentro de una tetera con tapa de sombrero de Sinatra, que nunca dejaba de silbar Stranger in the Night. Les gustaba escuchar el sonido negro que procedía de Nueva Orleáns, mientras se entretenían en buscar la ubicación exacta de los cuadros de una manta de otoño, que se adivinaba como el aula magna del mestizaje entre las letras, y la piel, bajo el cielo de un reino llamado París. Tomaban sorbos de la noche en vasos sin fondo, frecuentaban los lugares en los que los artistas quedaban ignorados en una esquina del mundo, pegados a un taburete de chicle, junto a una guitarra en huelga, y un público dispuesto para una explosión infinitesimal.
Así se descosían del tiempo, y de lo lejano, así podían inventar la manera de crear las curvas de inercia opuesta, curvas en las que salían disparados hacia adentro, hacia el lugar en el que los dos se transformaban en un sólo discurso, abrazando las ideas de una sola intención.
Sistema binario
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.
4 comentarios
raquel -
G. Montero -
silvana -
Un abrazo desde este sur peligroso
Lala -