prólogo de un epílogo
...te comprendí antes
de que te anunciaran,
hasta podría concretarte
el cuándo, y el cómo...
El cielo, sobre Madriz,
era la obra maestra
que Boccherini escribió
hace tiempo en sus notas,
los violetas, y los naranjas,
se cortejaban dentro
de un atardecer inmenso
que no tenía prisa alguna
por dejar de ser,
fue entonces cuando
tu silencio me llamó
sin interrumpir
el ritmo vivo de la calle,
ahí ya te supe cerca,
y te reconocí compañera,
y todo lo que me rodeaba
se quedó para siempre,
y me pareció tan breve a la vez.
...eres inversamente a mí,
tú creces mientras
yo me desgasto sin remedio,
te apropias de mi tiempo,
y sin pudor alguno,
me recuerdas que serás
la única seguridad
que tenga a partir de ahora,
no tienes necesidad
de encerrarme dentro
de tu silencio eterno,
no puedo escapar de ti,
y te recreas en esa suerte...
"Prólogo de un epílogo"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.
4 comentarios
Ariadna -
Besos, como dirías tú, manjatianos.
Por cierto, he visto un trocito del ChusChao. Niño, cuando te sales, te sales por todos los lados.
Más besos.
María -
Te superas palabra a palabra .
Eduardo -
Un abrazo.
la maga -