suelto en el bollsillo
Tres luces en el firmamento fueron la señal, y una vez que las vio, no pudo dejar de mirar a los que le rodeaban. Era tarde, casi madrugada, era noche limpia y clara. Supo que debía permanecer allí, no importaba que tuviera una vida que deshacer en días, ahora lo importante estaba en el sitio donde se encontraba. Se conmovió ante la muerte de una estrella fugaz que firmó su último brillo sobre él, y pensó en lo efímero que es todo lo que caduca algún día.
Recojió guijarros del suelo,
y aprendió a decirle a la piedra
las palabras que destiló un día
el recuerdo de una cama bajo el sol.
¿Por qué siguen siendo lugares
los sitios donde no hay nadie?
Pudo saborear aquel olor a mañana,
pudo entender las formas blancas
contándole vuelos de agua celestial,
pudo tocar un pensamiento leve
para convertirlo en memoria firme,
pero no pudo quemar el papel
donde quedó escrita la dirección
de la calle que olvidó llevarle
hasta donde viven las letras del olvido.
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo "suelto en el bolsillo"
Ediciones Cambalache /mayo
2 comentarios
pokito -
salud
Anónimo -
Tocar el pensamiento leve y casi olvidar el olvido; es muy bueno, chusito, o por lo menos eso me parece a mi...:)