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pokit in a pocket

puaaaagggg

puaaaagggg

mi banco

siéntate a hablar conmigo
de algo sencillo
sin pretensiones
de academia y existencia
sentémonos a charlar
de la película de ayer
hasta el guión
de nuestra versión original

espera el momento
en el que roce tu piel
con un movimiento
buscado como sin querer
que el intento doble el valor
del tacto nuevo
y lo haga necesario
en la duda de una respuesta

mira las mismas ventanas
que yo miro
muéstrame en las que tú asomas
veremos jardines
que no se plantaron en otro lugar
que no fuera aquí
o allí
siempre frente a mi banco
a nuestro banco

un banco en el que vemos
la luz de las noches
en el que hablamos
de problemas con solución
en el que robo algún beso
a tus enfados consentidos
donde una mano
y otra
son un seguro de vida
para la salvación

este banco sienta cuentos
de tierras sin nombre
viajeros que sin moverse / movernos /
llegaron / llegamos / a todos los bordes
esperas esperadas
que nunca se cerraron
con llegadas a destiempo
ilusiones que son raíz
de nuevas ilusiones por llegar

si paseas / y pasas por él /
siéntate a mi lado
vive las horas del día
que sin los dos no se recuerdan
duerme las noches
que no podrán olvidarse
cerrando los ojos

...y cuéntame en silencio los gritos
y grítame el silencio de un cuento...

"Mi banco"
© Recontrarrecapacitaciones.
chus alonso díaz-toledo. 2003

limosnas

Dejaste que se disolvieran
las calles de cal,
has conseguido reducir
la magia que circulaba
por los anillos de saturno,
y hasta borraste
las huellas de los paseos
lunares de todos los pies,
y es que te esparciste tanto,
y por tantas esquinas,
que ahora te has convertido
en una vulgar confluencia más
que da la bienvenida
a la insoportable mediocridad,
a la zafiedad que te habla
mientras la alimentas
con tus palabras de plástico,
y tus poses de figurita de cristal.

Me sitúo fuera de la frontera
donde alguna vez estuve,
porque ya no me conformo
con las limosnas que repartes,
como si fuesen partes de ti.

"Limosnas"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

monotonía

No creas que todo será igual,
ya nada lo será,
son demasiadas repeticiones
sobre el mismo terreno,
demasiadas huídas
desde el mismo lugar,
demasiado silencio pesando
sobre las palabras sinceras.

Ya no queda espacio para la luz
que te empeñaste en apagar,
no me quedan manos
para que el sonido de un tambor
sea una señal a favor de los abrazos,
solamente están los restos de un sí,
que invariablemente
se siguió convirtiendo en un no,
es por eso que me abandono
lejos de tus sueños de diseño,
y recito una premonición
sobre la próxima primavera,
y me quedo a observarte
mientras rompes tu voz.

"Monotonía"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

ellos

Querrán que no nos digamos nada,
nos secarán la voz
como si fuesen aire de mil desiertos,
y se inventarán andamios imposibles
para no dejarnos edificar,
para que no podamos olernos,
para impedir saborearnos, tocarnos,
y así será mientras estén hablando ellos.

Nos quitarán el pan de los hornos,
y la sal de todos los mares,
para otorgarnos un número exacto
con el que podernos sumar,
y seremos cifras correlativas
para restarnos, día a día, de la vida.

No comprenden la roja necesidad
que nos circula por las venas,
no oyen los detalles insignificantes
que se hacen escuchar,
por diminutos que sean,
con la humildad de lo importante,
esos que se significan firmes
como el roble aferrado a la tierra,
pero ellos no pueden ver más allá
de sus cuadriculadas reglas,
nunca lucharon por vivir el amor,
y nunca amaron tanto,
como para tener que vivir luchándolo.

"Ellos"
© Pokit in pocket. chus alonso díaz-toledo.

estados limítrofes

Te comienzo a mirar
desde mucho más allá
de los bordes que conocí,
y me veo en un mundo
de colores encadenados,
un lugar adecuado
para dejarme llevar,
para dejarme ir,
junto a la suavidad del aire
que recorre las mañanas,
cuando el verano se hizo tarde.

Allí estáis tú, y tu ausencia,
como una sentencia
que os dijo demasiadas veces,
sois ese vacío constante
que se ha echado a perder,
y en mi boca de a diario
mi respiración no quiere saber a ti,
en mi paladar no hay añoranza,
ni mis manos buscan esperanzas
a las que poderse agarrar.

Fuiste una razón contra el tedio,
yo te imaginé dormida
bajo el tejado de las noches,
y también despierta,
apoyada sobre mi pecho,
en un país hecho con los retazos
de la república de la soledad.


"Estados limítrofes"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

niño con cazamariposas

Tiene un cazamariposas en una de sus manos, se llama como tantos otros niños que tienen cazamariposas, o tirachinas, o balones, o libros, y también como los niños que no tienen nada, porque, basicamente, su nombre es niño. Es moreno y rubio, alto y chaparro, gordo y delgado, es del norte y del sur, del este y el oeste, y tiene la afición de atrapar estrellas fugaces con su cazamariposas. El niño las caza al vuelo antes de que caigan al suelo, así evita que se rompan en mis pedazos de estrella, y que terminen decorando el huesudo dedo de una dama de la alta suciedad social. Hay noches que coge miles, otras noches consigue millones, pero también hay noches sin estrellas fugaces, por eso, cuando no encuentra ninguna, el niño piensa que en el cielo debe de ser domingo, y vuelve a casa con ganas de no madrugar.

"Niño con cazamariposas"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

empezando el sur

Creo que ya te dije
que tus manos eran un motivo
para los dedos de mis manos,
y que en tus pasos estaban
todas las razones de mis caminos
hacia tu verbo del sur,
porque es tu voz la que quiero
para mis cuentos diarios,
y que en tus mañanas
se me despierten los sueños
con los que, desde hace años,
cada noche te sueño,
y que el nuevo día sea
la confirmación de muchos más.

Tenerte sin prisas debe de ser
los más bonito del mundo,
porque siempre fuiste tan real,
hecha con la verdad de tus huesos,
con la sinceridad de tu piel,
con los centímetros que hacen
que seas infinita dentro de mí,
porque no hay accesorios inútiles
que te nublen las formas,
todo en ti es tan necesario
para que no dejes de ser tú,
para que sigas siendo tú,
para que estés cuando estás,
para seguir viviéndote en mí...

Quiero tu anillo descomunal
en la mesa de las noches,
junto a las canicas azules
con almas de remolinos naranjas,
quiero tus letras sobre la mesa,
mientras las mías las observan
para invitarlas a bailar,
quiero que no me quieras querer
si no te quiero,
y que me necesites tanto.
como sé que yo te necesito a ti.

"Empezando el sur"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

coha-des-habitando

Te frecuento a menudo
por los lugares donde no estás,
te practico en esta absurda
afición al desaliento
que prometí no ejercer,
mientras afuera,
en tu mundo,
sé que te hacen
todos los días,
hasta ser noches
sin fecha,
y en la camas prometidas
desde hace años,
las jornadas son
de entresemana,
mientras me sigues
golpeando en el silencio,
con las ganas que tengo de ti.

"Coha-des-habitando"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

de gotas jugando al balón

Primero es en la nube,
el origen tiene su sitio
en las alturas,
allí donde el agua vuela
con forma de algodón,
y se pone gorda,
de gota estratosférica,
y emprende el viaje
que hizo el vapor,
pero radicalmente al revés.

Luego está el aire,
medio de transporte invisible,
pero decisivo,
porque en el aire
está la dirección debida,
nada puede escapar
a su infalible premonición,
ni a la facilidad que tiene
para dejar que todo se caiga,
exactamente, en el lugar
donde el viento le señala
con el roce de su voz.

Y en el fin se encuentra
el principio del suelo,
es lo mismo que sea de mar
o que sea de arena,
porque para el cielo
simplemente es Tierra,
y como tal la entiende,
aunque sienta que nunca
terminará de comprender
porqué, siendo redonda,
nadie le puso de nombre: balón.


"De gotas jugando al balón"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo

creyendo

Creo en la fugacidad
de la respiración,
en el aire que se renueva
en los pulmones,
aspiraciónes patógenas
en la memoria,
que evitan el dolor
con cada pérdida,
moléculas de hidrógeno
oxigenadas para las idas,
que no tendrán una vuelta.

Creo en la sangre
que me circula,
me reconozco
en su vivo color rojo,
y en los circuitos internos
que recorren
mi cansado cuerpo,
sangre que da la cara
en la carne abierta,
y que enloquece
cuando el día se cierra
detrás de una puerta,
sin entradas a ti.

Creo en la insurrección
del destino predestinado,
y en el patrocinio
que la muerte le da a la vida,
cuando dejamos
que la seguridad sea
un sinónimo de existencia,
y la palabra,
un sintónimo que vocifera
en las letras del amor.

"Creyendo"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

sinónimos y sitios

Tal vez nos desahuciaron
primero las ganas,
o quizás fueron las palabras,
o simplemente fue la nada,
pero algo cambió su lugar de sitio.

Puede que fuesen los sinónimos
que me dijiste una vez,
y que ahora encuentro
pintados por las paredes
de otros barrios,
y de otra ciudad,
con tejados sin peces
para los gatos pescadores.

Tal vez tuvimos demasiado
mundo por los alrededores,
o demasiados caminos,
para recorrerlos solamente
con dos piernas, y con dos pies,
pero se nos quedaron quietos
los momentos donde pudimos ser.

"Sinónimos y sitios"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

coreografía de un sueño

Me escueces
como el alcohol en vena,
quiero creerte
detenida en mis días,
sin que termines aquí,
porque me muere esta vida
de más allá de tus maneras,
y te imagino de nuevo
en un abrazo sin aviso,
con dos momentos dentro de él.

No sé decirte
con metáforas de lejos,
no quiero nombrarte inexacta,
quiero saber
cada detalle de tu risa,
y cuidarlo con la calma
para que no se pierda,
para que no lo calle
la estupidez de mi silencio,
mientras duermo
soñando que te pienso,
porque te pienso
dormida, soñándome...

...y me nace una raíz eterna
entre las manos,
a la que amaré, sin pausas,
hasta que sea árbol muerto.

"Coreografía de un sueño"
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

ceros sinceros

Sé que procuraré abrazarte
aunque estés lejana,
me da lo mismo la distancia,
tengo millones de años luz
en la vocación de mis brazos,
me son totalmente indiferentes
los lugares que te puedan
encender cada día,
porque sé, tajantemente,
que procuraré abrazarte,
si dejas una rendija abierta
en el cristal de tus ventanas,
como sé que es en el discurso
del aire donde encuentra
escondido, en voz baja,
el idioma que se habla
en la lengua del huracán.

"Ceros sinceros"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.

permaneciendo

He aprendido a aprovecharte
con cada minuto nuevo a tu lado,
sé que son segundos de excepción
en las esferas cuadradas de tu reloj,
por eso ahora los guardo todos,
espero que así lleguen a ser muchos,
por si alguna vez quieres formar parte
del tiempo que se tiene para siempre.

No tengo alta la voz para pedir más,
aunque tenga en las manos una lista
infinita que termina siempre contigo,
porque hoy me vale con curarte
el frío cotidiano que pone el invierno
en las palmas de tus manos,
sobre todo si son ellas
las que encuentran el calor
que guardé diez veces, para ti,
en la memoria de las mías.

Ahora no pretendo ser más
que un momento en tu cabeza,
fabricar ese instante, por sorpresa,
en el que viajes fuera
de la actualidad de tus paredes,
y que se te sonrojen
los labios de los recuerdos,
cuando les pidan permiso
para poder comenzar a besarlos.

Yo, con todo esto,
ahora sé que tengo bastante,
no te esconderé nada
donde no lo puedas encontrar,
he aprendido a no derrocharte,
y sé que debo saber guardarte,
para cuidar lo que ya eres para mí:
mi mucho más que más.


"Permaneciendo"
© El país de los tejados. chus alonso díaz-toledo.

palabra y recorrido

La verdadera mentira de la palabra fue a causa de la necesidad. En el principio de los tiempos la palabra fue libre, era el resultado puro de la fonética, vivía totalmente despreocupada por la semántica, indiferente al significado que se escondía en la lejanía. La palabra campaba a sus anchas por el aire, porque en el aire encontraba su predición, y la intuición invisible que tienen los montones de letras antes de nacer. No tenía corsés de ningún tipo, no había necesidad de nombrar, calificar, numerar, o incluso conjugar, para usarla libremente, pues era su sonido el que se llenaba, y llenaba, de regocijo a su portavoz. Con ese sonido llegaba la alegría, aunque el mensaje fuese de llanto, o de dolor, o de muerte, porque dichas palabras sonaban sin pretensiones significativas, no tenían más afán que el de una vibración más, o menos, armónica. Pero el hombre gritó una noche cuando la luna se escondió sin nubes que la tapasen en el cielo, tampoco había árboles con copas frondosas impidiendo su visión, el bosque donde habitaban los hombres era un lugar amable con el firmamento, de hecho ayudaba a las estrellas, cuando éstas se precipitaban contra el suelo, amortiguando el impacto astral con un colchón monumental de floresta. El grito del hombre llegó a los oídos de la mujer, y la mujer se inquietó ante la urgencia que padecía la voz que se quejaba en medio de esa oscuridad excepcional. Ella corrió hacia el hombre, lo abrazó para calmar su ansiedad, pero el terror del macho parecía inacabable, sus ojos se adivinaban ciegos de valor, por lo que la mujer se apretó más contra él, y él, al sentirse protegido por aquella hembra, tuvo miedo a perder su lugar en la tierra donde siempre había gritado su voz. El silencio siguió a aquellos momentos, un silencio en el que se aplacarón los temblores del varón, y le comenzaron a salir pelos en la barba, también en los brazos, y por las piernas, incluso su pecho se pobló con aquella novedad capilar, y con todo aquel vello volvió el gusto por gritar, y la necesidad de ponerle sentido a los gritos para que fuesen voz, y así lo hizo. Tomó con sus brazos a la hembra, con las manos sujetó firmemente su rostro, y dijo protección para ella, cuando lo cierto que se escuchaba era el miedo de él. Ella comprendió el terror del hombre, pero no quiso desvelarlo, supo que era necesaria su fortaleza callada, porque el temor del macho se disipaba al comprobar que no era el único en padecer pánico en esa oscuridad lunar. Ella lo acarició como si fuese agradecimiento, y él se sintió importante, mientras se palpaba los genitales, y escupía el significado de la palabra: yo, en la inseguridad que le producía la palabra: ella. Así comenzó el mundo a ser una cuestión social, un discurso con letras femeninas, en el que el hombre sigue pensando que habla masculinamente en lo cierto, cuando lo cierto es femenino, y está dentro de LAS FRASES de LA VERDAD.


"Palabra y recorrido"
© Pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo.



inventario

Este intentar dejar de pensar,
sin poder parar de pensar,
el peso sin materia,
corriendo todo el día
por el pecho,
como lastre invisible
que aprieta en el pulmón
donde respira el oxígeno,
y que ahoga sin llegar asfixiar.

La velocidad de mil ideas
en una monotemática cabeza,
ideas rápidas que llegan
con la misma velocidad
con la que se van,
y que no aportan nada
en la concurrida soledad
donde se intentan las palabras,
allí donde la confusión se fabrica
con ecos doblemente insoportables,
y la razón sabe lo que duele
atender a la prudencia de la razón.

El miedo que da el no encontrar,
y los nervios en los lugares
donde sí puede encontrarse,
la esperanza que se esconde
en cada una de las esquinas
que aún quedan por doblar,
allí donde se pasan los pasos,
y el pellizco que deja la ausencia
quieta en el ángulo doblado,
noventa grados de desesperanza
que terminan en pico sin besar.

La comprensión de la calma,
y la pataleta normal
debido a las circunstancias,
una hoja sin textos,
contra el síndrome de abstinencia,
dos cristales de nieve seca,
como el tiempo abandonado
en la puerta de algún sitio,
y una promesa rota, que se juró,
para no volver a romperla jamás.

“Inventario”
© Pokit in a pocket. chus alonso diaz-toledo


inventario

Este intentar dejar de pensar,
sin poder parar de pensar,
el peso sin materia,
corriendo todo el día
por el pecho,
como lastre invisible
que aprieta en el pulmón
donde respira el oxígeno,
y que ahoga sin llegar asfixiar.

La velocidad de mil ideas
en una monotemática cabeza,
ideas rápidas que llegan
con la misma velocidad
con la que se van,
y que no aportan nada
en la concurrida soledad
donde se intentan las palabras,
allí donde la confusión se fabrica
con ecos doblemente insoportables,
y la razón sabe lo que duele
atender a la prudencia de la razón.

El miedo que da el no encontrar,
y los nervios en los lugares
donde sí puede encontrarse,
la esperanza que se esconde
en cada una de las esquinas
que aún quedan por doblar,
allí donde se pasan los pasos,
y el pellizco que deja la ausencia
quieta en el ángulo doblado,
noventa grados de desesperanza
que terminan en pico sin besar.

La comprensión de la calma,
y la pataleta normal
debido a las circunstancias,
una hoja sin textos,
contra el síndrome de abstinencia,
dos cristales de nieve seca,
como el tiempo abandonado
en la puerta de algún sitio,
y una promesa rota, que se juró,
para no volver a romperla jamás.

“Inventario”
© Pokit in a pocket. chus alonso diaz-toledo

tanto

Tanto subir, y bajar,
tanta vuelta
sobre una misma vuelta,
tanto giro del derecho correcto,
y del lado prohibido, sin revés,
tantos dimes sin diretes,
tantos tantos,
y tanto de tanto,
que lo poco parece mucho,
o puede que algo más

Locura intermitente
como la prisa,
como la añoranza,
igual que la seguridad
que se confunde,
y te hace pensar
en lo que fue,
aunque tal vez no ocurrió
cerca de la tierra del jamás.

Tanto silencio esperado,
y despreciado,
y despreciable,
y tantas palabras
de hoy para mañana,
tanta risa adormilada
por el aburrimiento,
tanta tierra de por medio,
y tanto discurso
que nunca se atrevió a explicar.

Tanto de ti,
y tanto de mí,
tanto como dos,
a causa del uno más el otro,
tanto como tú sin mí,
o yo sin ti,
tanto como los dos,
pero nunca cifras
con ceros a la izquierda.

"Tanto"
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo

proposiciones

Si me dices por tu tiempo,
yo te diré que hasta mi fin,
si me duermo por tus noches,
despiértate en mis mañanas,
y en el sofá, por las tardes,
qué nos lluevan los charcos
sobre los cuadros de lana,
en el cuento de nunca acabar.

Si me llevas a tu calle,
te traeré la ciudad que digo,
si me citas en los bares,
beberá mi sed de los tragos
que le brinde tu boca,
y que las lenguas
se cuenten los nombres,
rozándose los vuelos
en el cielo del paladar.

Si despliegas tu sur,
yo me exilio del norte,
y te pinto las pulseras
que nos escribieron
dos muñecas viajeras,
en un pacto rojo de sangre,
así París nos completará
bajo los puentes del Sena,
y se cicatrizarán las venas
para no volverse a separar.

"Proposiciones"
© pokit in a pocket. chus alonso díaz-toledo